Los Bautistas creemos que la Biblia, comprendida por los 66 libros desde Génesis hasta Apocalipsis, es la Palabra de Dios inspirada, inerrante, preservada milagrosamente y la revelación final y completa de la voluntad de Dios para la humanidad. Ella es la norma suprema para nuestra fe y práctica, y el centro de la unidad cristiana. Cuando hablamos de la inspiración plenaria y verbal, significa que cada palabra es divinamente inspirada y sin error.

Creemos en un solo Dios vivo y verdadero, infinito e inteligente, Creador y Juez del cielo y de la tierra. Dios existe eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, iguales en divinidad pero distintos en función. Dios es santo, amor, luz, verdad, omnipotente, omnisciente, omnipresente, eterno e inmutable. Su revelación se encuentra en la creación, en Jesucristo, y de manera final y completa en la Palabra.

El Espíritu Santo es una persona divina, igual al Padre y al Hijo, que participó activamente en la creación. El Espíritu Santo convence de pecado, justicia y juicio; Él es el autor e intérprete de las Escrituras, testifica del Evangelio, obra en el nuevo nacimiento, mora permanentemente en el creyente, sella y bautiza. El Espíritu Santo consuela, enseña, santifica, fortalece, guía y ayuda al creyente, y controla a aquellos entregados a Jesucristo, produciendo el fruto del Espíritu.

Jesucristo es Dios el Hijo, el eterno y omnipotente creador, nacido de la virgen María por obra del Espíritu Santo, Dios manifestado en carne. Él vivió una vida perfecta y sin pecado, murió como sacrificio por los pecados de la humanidad, resucitó corporalmente, ascendió al cielo para interceder y regresará para juzgar y establecer su reino.