Ps. invitado Luis Martí
Como creyentes, frecuentemente pensamos que haber recibido la salvación de nuestro Padre es el último escalón de nuestra vida y que a partir de ese momento ya no tenemos mayor propósito. Sin embargo, el Señor Jesús antes de ascender a la diestra del Padre, dejó encomendada una tarea: ir y hacer discípulos. Es aquí cuando se vuelve importante que reconozcamos los dones que el Señor nos ha dado, veamos la necesidad a nuestro alrededor y escuchar Su voz al decirnos “descubre tu misión”.