Leer la Biblia tiene muchos beneficios, muchos más de los que imaginamos; produce dicha, gratitud, gozo, paz. Evita que practiquemos el pecado de manera continua. Nos hace estar alerta todo el tiempo. Hace que nuestros deseos más profundos sean santos y nos libra del temor.
“Los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo” escuchaban a Jesús sin la intención de aceptar sus enseñanzas. Nuestro tiempo está plagado de personas que leen la Biblia con esas mismas intenciones. La enseñanza tiene el poder de romper una larga cadena de tradiciones y socava la hegemonía. La verdad os hará libres.
El temor es considerado un retroceso en el crecimiento y fiel compañero de la cobardía. Un obstáculo en el éxito que no aparece en el vocabulario de los triunfadores. Con esto en la mente, vamos a las páginas de la Biblia considerando que el temor al Señor es una especie de miedo santo que suprime…