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Potencial desperdiciado: la tragedia de Sansón

Ps. Arturo de los Santos

La tragedia de Sansón en su historia, narrada en los capítulos 13 al 16 del libro de Jueces, es una que habla profundamente sobre las consecuencias de cuando el “yo” desplaza al Gran Yo Soy en el corazón de una persona. La tragedia, según nos enseña esta historia, es inevitable bajo tales circunstancias.

1. Causas de la desconexión

  • Falta de autoridad y disciplina en el hogar (Jueces 14:1-4): La narrativa bíblica nos muestra que cuando falta disciplina, los hijos tienden a desconectarse de la autoridad de sus padres. Sansón, a pesar de ser nazareo, consagrado y separado para Dios, muestra una desconexión alarmante que se manifiesta en varios aspectos de su vida.
  • El orgullo (Jueces 14:12-14; 15:4-8; 15:15-17; 16:3): El orgullo se revela como un factor crucial en la caída de Sansón. A través de diversos actos de desafío y de autocomplacencia, vemos cómo el orgullo le lleva a tomar decisiones que deshonran su llamado divino.
  • La inmoralidad (Jueces 14:1-3; 16:1-4): La inmoralidad es otra causa destacada de su caída. Las decisiones de Sansón en sus relaciones personales, especialmente con mujeres que no compartían su fe o sus votos, contribuyen significativamente a su tragedia.

II. Consecuencias

  • Sufrimiento, dolor, tristeza y vergüenza al corazón de los padres (Proverbios 29:15): La historia de Sansón no solo afecta su vida sino también la de sus padres, quienes sufren por las decisiones imprudentes de su hijo.
  • Pérdida de comunión (Jueces 16:19-21): La pérdida de comunión con Dios se evidencia cuando Sansón es traicionado por Dalila y pierde su fuerza, un simbolismo de su desconexión espiritual.
  • Desperdicio del potencial y propósito dados por Dios (Jueces 16): Tal vez el aspecto más trágico de la historia de Sansón es cómo su potencial y su propósito divino son desperdiciados debido a sus elecciones personales.

III. El Camino de la Restauración

  • Disciplina a tiempo (Proverbios 13.24; 29:15–18; 22:6; 22.15; Hebreos 12.9-11; Efesios 6.4): La disciplina oportuna y justa es crucial para el desarrollo de un carácter sólido y una conexión duradera tanto con los padres como con Dios.
  • Enseñándoles a honrar y amar a Dios (Eclesiastés 12.1; Proverbios 3.3-7): Inculcar en los jóvenes el amor y el respeto por Dios desde temprana edad es fundamental para que construyan una vida de fe sólida y comprometida.

Los jóvenes y señoritas cristianos que mantienen una conexión fuerte con su familia y con Dios, tendrán la gracia, la fuerza y el favor de Dios en todo lo que hagan. Ya sea sirviendo de tiempo completo en la obra o en un trabajo secular, estudiando o simplemente viviendo su fe, ellos están consagrados. Frente a las tentaciones del oro, la plata, la fama, el reconocimiento o el placer, un joven de este calibre responderá que todo eso lo considera basura con tal de ganar a Cristo.

La historia culmina con una reflexión profunda: perder su fuerza y sus ojos fue terrible, pero perder el favor de Dios fue la verdadera tragedia de Sansón.

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